¿Propuestas?, ¿no?, gracias

La palabra conciencia parece haber perdido su significado en la política Argentina. Ya no priman las propuestas y ni el “querer hacer”, eso parece ser viejo y no sirve. La nueva moda son los spot con un eje centrado en la división, que supuestamente, ha creado el kirchnerismo y por otro la exaltación, también relativa, de un gobierno que va por mas. ¿Propuestas?, ¿no?, gracias.

Los candidatos no solo se pegan y se evaden mutuamente a la hora de hablar de política y hacer descargos, sino que nos regalan lindas anécdotas de su infancia, de su vida conyugal, de sus preferencias en la comida y el porqué de ello; todo entra para la campaña. ¿Propuestas?, ¿no?, gracias. Tenemos de un lado a una oposición que quiere sumar votos a partir su humanidad, su personalidad y su don de gente, pero no alcanza. Por el otro, tenemos a los que responden al oficialismo del gobierno, bajo el respaldo de la Presidenta, que acompaña cada vez que puede a los que responderían al modelo si fueran elegidos, pero tampoco alcanza.

El horizonte en la provincia de Buenos Aires se inclina por un Massa, pero le sigue un Insaurralde, que debe demostrar siempre que puede su existencia. El panorama de la Ciudad de Buenos Aires muestra casi de forma pintoresca a un Filmus que no se rinde y a un Cabandie que encuentra peces en el Riachuelo, mientras que Macri trata de no perder lo que tiene y arreglando lo que no hizo en su momento. En el Pro parecen prepararse, pero todavía están metidos en el Metrobus y en las estaciones de subtes que los maquinistas no quieren ir.

Es una pena que se haya perdido la conciencia por parte de los candidatos. Se llaman a silencio. Quieren que pase agosto con la gloria de estar en octubre. Estamos antes las puertas de una “espectacularización” de la política, lo que importa es mostrarse, están ahí, punto. Ante este panorama, los votantes están perdidos o no tan decididos como antes. Pero, ¿Qué es lo que quieren los votantes? : “Propuestas”. La que les escribe solo espera que la conciencia no haya abandonado a los votantes, que elijan pensando en el país que quieren y no por quien es más simpático. También espera que la frase “Mas callado/a que candidato a las primarias”, no sea del folklore popular, porque es peligroso que quedarnos callados cuando se juega nuestro porvenir.